UNA REFLEXIÓN:

COMO CO-CONSTRUIR PARA QUE NIÑAS, NIÑOS Y JÓVENES SEAN MAS ACTIVOS EN CHILE

Los médicos se aprecian como profesionales, bien educados, que actúan en el mejor interés de su «paciente» y están sujetos a un alto código de ética. El proceso médico es el mismo en todas partes, siempre que vaya a cualquier médico, de cualquier tipo, por cualquier condición, seguirá la secuencia de tres partes: examen, diagnóstico y prescripción. Esta rigurosidad y trabajo de ellos, hacen que todos nosotros los veamos como personas por sobre la norma, podemos creer cada palabra que nos dicen y seguimos sus indicaciones.

Porqué los profesores de Educación Física no hemos sido capaces de lograr esa rigurosidad y tampoco poder transmitir en forma clara la importancia de la educación física, la actividad física, el moverse una determinada cantidad de horas diarias o  practicar un deporte.

Tenemos que partir diciendo que no todos somos rigurosos en nuestro trabajo y en  esa diversidad de formas de enfrentar un mismo problema (inactividad física), no somos capaces de colocarnos de acuerdo en terminologías y en el análisis de los diagnósticos.

Hablamos con términos que son de orden sanitario, como sedentarismo vs inactividad física, obesidad vs mal nutrición, entre otros.

En primer orden deberíamos ser capaces de sostener un mismo lenguaje, con terminologías propias de nuestro quehacer, ya que somos del ámbito de la educación y de las ciencias sociales, con la especialidad de la educación física. Debiéramos ser capaces de desarrollar en forma armónica a los niños, niñas y jóvenes (NNJ) que participan en nuestras clases y esto implica no sólo preocuparnos de lo físico sino también, de lo Sico-Social.

Para esto debemos colocar en el centro a los NNJ y conocer su entorno sus relaciones directas (familia), en su medio ambiente de aula, en el establecimiento educacional, su barrio, su comuna. De esta forma podremos desarrollar en un modelo ecosistémico, donde cada actor se reconozca y entienda cuál es su rol en el desarrollo integral.

La Gestión y Desarrollo de un Modelo Ecosistémico de gestión de la actividad física, educación física y deporte en la escuela[1], se encarga de entregar el sustento para la transformación de las comunidades, en grupos sociales activos. Esta herramienta aplicada  del área de las ciencias sociales, es de reciente incorporación a los proyectos  de desarrollo desde el punto de vista de la innovación social. Por lo antes planteado, son muchos los profesionales vinculados a la educación, directivos como gobierno central y  locales que carecen de formación en esta área, toda vez que el avance en estas herramientas en los últimos años hace necesario que todo profesional de la educación participe en forma directa, o como parte de un equipo de trabajo, para lograr el cambio de hábitos de vida.

Este accionar tiene como  objetivo dar respuesta a la alta necesidad de replantear la actividad física, la Educación Física y el deporte escolar como herramientas eficaces para combatir la inactividad física, que presenta la población infanto juvenil. Por otra parte propone conocer los efectos que la actividad física, educación física y el deporte provocan sobre  el organismo, desde el punto de vista físico-sicosocial, inserto en un modelo ecosistémico de la comunidad[2].

¿Por qué la familia?. Los niños y niñas van desarrollando sus movimientos y actividad física primariamente en su entorno más cercano, lo que le entrega beneficios físicos, sicológicos y sociales. Incrementando los aspectos cognitivos como de salud, en el concepto de bienestar. Esto se da con el desarrollo de actividades estructuradas como no estructuradas. Comenzando cuando los padres, madres, cuidadores o hermanos motivan el movimiento en su infancia y en su niñez, generando el primer gusto por la actividad física. Lamentablemente en nuestro país nos perdemos como profesionales, el periodo más importante para el desarrollo físico. Indicar que entre los 0 – 3 años se desarrollan los movimientos primarios (reptar, gatear y caminar), 3 – 5 años se desarrollan los juegos y la diversión, 5 -8 años se incrementan objetivos de movimientos fundamentales y habilidades, 8 – 12 años se debe introducir los movimientos más complejos y habilidades[3].

Si el niño y niña entra según la ley 20.370[4] General de Educación, para primero básico la edad mínima es de 6 años, con un proceso previo en la educación parvularia (0 a 5 años).No existiendo la obligatoriedad de tener profesionales de la EFI, lo que nos hace perder 6 años valiosos para el desarrollo físico, pensando que en este nivel tendrá un profesor de educación física, si no es así tenemos una perdida aun mayor de estímulos motrices adecuados para su edad, si es este y el niño recién tiene un profesor de educación física en 5° básico recién a los 10 años comenzará un trabajo motor dirigido lo que nos lleva a una pérdida de educación motriz de casi 10 años. Además, entre los 7 y 9 años se afianzan los hábitos , principalmente dado por el proceso madurativo del sistema nervioso central. Todo esto lo que hace peor aún el escenario donde estos se desenvolverán en el futuro. Dado que cuando debiéramos estar desarrollando movimientos más complejos, se está casi en la fase inicial. Por consiguiente no existe el desarrollo hábitos saludables y activos. El no desarrollar hábitos saludables trae consecuencias negativas en salud, en lo físico, sicológico (emocional) y social.

Respecto de los profesionales especialistas, se evidencian importantes brechas en relación del tipo de establecimiento y las clases de educación física. En colegios privados, el 81% de las clases las realizan profesores de educación física, en colegios particulares subvencionados un 60%, y en colegios públicos solo un 38%[5].

Para aprovechar las oportunidades que favorezcan el aprendizaje en educación física y que sea exitoso, es relevante que el tiempo destinado a las clases sea el apropiado, que se puedan implementar teorías educativas innovadoras, que la actividad motora  sea adecuada para la edad de los estudiantes desde su contenido a las instrucciones, entiéndase por estas la que incorpora prácticas derivadas de la investigación de experiencias y programas educativos que potencian las oportunidades para aprender. Además, se recomienda que sean apropiadas las instalaciones, el equipamiento, el tamaño de las clases, profesores bien cualificados, un currículo bien planeado y apoyo administrativo para la vinculación con otros sectores que promuevan la actividad física y con el sistema salud de la localidad[6].

Los beneficios de la actividad física no solo tienen que ver con el estado de salud y bienestar físico general. La adhesión a la actividad física y el deporte demuestra un impacto directo en las habilidades cognitivas y de rendimiento académico de las personas, y, en consecuencia, un impacto transitivo en el desarrollo y productividad socioeconómica de la población, y finalmente a nivel país. Esta situación amplía la importancia de la actividad física y el deporte para la sociedad y obliga a la responsabilidad política de asumir la actividad física como una decisión y programa continuo de Estado.

Los beneficios de la actividad física implican la mejoría del sistema cardiorrespiratorio y de las habilidades motoras, lo que tiene incidencia directa en un mejor acondicionamiento cerebral. Además, las conductas transferibles permiten compartir habilidades aprendidas en la actividad física y deporte al desempeño cognitivo. El tiempo que se dedica a la práctica deportiva puede producir beneficios sustanciales tanto a nivel educativo como de salud. La Educación Física en la escuela aporta conocimientos y habilidades transferibles, como el trabajo en equipo y el juego limpio, que los estudiantes pueden poner en práctica en otras asignaturas escolares (Comisión Europea, 2013).

A través de un estudio realizado por un grupo de investigadores del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) demostraron la relación que existe entre las horas de actividad física y los resultados SIMCE, señalando que en Lenguaje se produce un 9% (5° Básico) y 11% (1° Medio) de mejoría entre menor y mayor actividad física. Mientras que en Matemáticas un 13% (5° Básico) y 14% (1° Medio) de mejoría entre menor y mayor actividad física.

El 50% de los escolares con mayor actividad física se ubicó entre los estudiantes de puntaje más alto en el SIMCE, mientras que el 20% de los niños con menos de dos horas de ejercicio se situó en el rango más bajo.

El currículo escolar nos indica que se deben brindar 4 horas pedagógicas semanales de “Educación Física y Salud” dado el cambio curricular de 1° a 4° básico en 2013. Para alumnos de 5° básico en adelante se mantienen las 2 horas obligatorias semanales (OMS recomiendo 1 hora diaria).[7]

Como organización y profesionales, debemos tener como  objetivo dar respuesta a la alta necesidad de replantear la actividad física, la Educación Física y el deporte en todo curso de vida y que permita un estado saludable, como herramienta eficaz para combatir la inactividad física, que presenta la población. Por otra parte tenemos la obligación de proponer y relevar la importancia de los efectos que la actividad física, educación física y el deporte provocan sobre  el organismo, desde el punto de vista físico-sicosocial.

  1. Debemos de propiciar el planteamiento de políticas públicas a todo nivel ,
  2. Encargarnos de entregar los lineamientos bases y el sustento para la transformación de las comunidades, generando grupos socialmente activos.
  3. Gestión aplicada  desde el área de las políticas públicas y de las  ciencias sociales,
  4. Incorporación a los proyectos de desarrollo social e innovadores de este ámbito.
  5. Por lo antes planteados, son muchos los profesionales vinculados a la educación física, academia, universidades directivos y gobierno que participe de forma directa, o como parte de un equipo de trabajo, buscando el cambio de hábitos de vida. Mesas de trabajo intersectoriales.
  6. El número de horas destinada a la Educación Física infantil y escolar aún están muy por debajo de lo que se establece por los organismos internacionales, principalmente por la OMS, desde donde se declara la urgencia de sostener una hora diaria de actividad física con intensidades moderada a vigorosa para niños y jóvenes entre 5 y 17 años.
  7. Revisar las normativas vigentes y poder elaborar propuestas para que en la cámara de diputados puedan conocer de la importancia de generar modernización o actualización en relación a educación parvularia para poder incorporar formalmente a profesores (as) de educación física.
  8. Buscar aumentar la cantidad de horas de actividad física, capacitar a otros docentes y/o monitores en los establecimientos educacionales.
  9. Generar mesas de trabajo en conjunto con Ministerio de Deporte, Educación y Salud.
  10. Se debe generar un plan nacional de actividad física, educación física y deporte escolar.
  11. Participación en el proceso de modernización o actualización de la Política Nacional de Deporte 2016-2025.
[1] Modelo ecosistémico para una gestión colaborativa en la comunidad, Ponencia realizada en el congreso Expo Motricidad Universidad de Antioquia, Colombia, 2021.
[2] Aplicación del modelo Bio ecológico en Educación Física en Contexto de exclusión social. J. Lamoneda Prieto DIDACTICAE/2020. 7, 103-118
[3] Active for Life; activeforlife.com
[4] Ley 20370, Ley general de Educación
[5] Ministerio de Educación de Chile. Base de datos del Centro de Estudios del Ministerio de Educación. 2013.
[6] Commitee on Accelerating Progress in Obesity Prevention; Institute of medicine. Measuring Progress in Obesity Prevention [Internet]. The National Academies Press. 2012
[7] Plan Estratégico Nacional de Actividad Física y Deporte 2016-2025.